jueves, 9 de enero de 2014

La realidad en la ficción (o viceversa)

La realidad en la ficción (o viceversa)


ESC 1. INT. Piscina del AELU. DIA
Hitoshi Kobashikawa nadaba en la piscina del AELU como lo hace todos los viernes a las 11:45 de la mañana…

No, aguarda. Creo que los que lo vean no están acostumbrados a nombres y apellidos complicados como el que acabas de leer. El personaje se llama Hitoshi Kobashikawa Gushiken, su nombre en español es Manuel Ignacio; pero dentro de la colectividad nikkei siempre fue conocido como Hitoshi (pese a que este nombre no figurara en la partida de nacimiento). Aunque de cariño lo abreviaban a Hito. Entonces, para no complicarles la vida, ¿te parece si nos referimos a nuestro protagonista como Hito? ¡De acuerdo!

Hito nadaba en la piscina del AELU como siempre lo hace todos los veranos desde que sale de vacaciones. El calor infernal en Lima lo obliga a atravesar toda la Javier Prado y parte de La Marina para refrescarse en un lugar tan fresco como esa piscina. Cuando cree que ha nadado lo suficiente como para ejercitarse (algo falso porque el ejercicio que ejecuta nunca es suficiente), juega como un niño intentando aguantar la respiración bajo el agua. En esta ocasión intentó inútilmente permanecer más tiempo de lo acostumbrado al fondo de la piscina. Al estar a 2 cm de la superficie no soportó más y tragó el agua con cloro, eructando como si estuviera a punto de vomitar.

No sé si es conveniente que en otra escena se muestre a Hito cambiándose de ropa en los baños o buscando su peine en su mochila solo para percatarse que se lo olvidó en casa junto a su bloqueador. No, será mejor crear una elipsis y pasar al momento del almuerzo.

ESC 2. INT. AELU – Restaurante. DIA
Hito come un lomo saltado, se olvida de pedir una bebida. Se levanta de su asiento, se va acercando a la caja registradora pero su celular suena. Contesta la llamada, es su enamorada. 

- ¿Dónde andas? – pregunta Emily, también nikkei pero, a diferencia de muchos, no tiene un nombre tan complicado en japonés
-      - En el tenis, ¿ya llegaste?
-      - Estoy en la entrada de Paracas
-     -  Ahorita salgo

ESC 3. INT. AELU – ENTRADA. DIA
Hito espera a Emily apoyado en una baranda. Observa a su enamorada pasar el carnet por el sensor sin respuesta en el monitor. Emily agita violentamente su carnet y sus datos aparecen en la pantalla.

-  - ¿Terminaste de pelearte con la máquina? – pregunta Hito bromeándole pero al mismo tiempo reclamándole por demorarse en una acción tan sencilla como pasar un carnet por un sensor laser
-      - Ja, ja, ja – ríe pausada y sarcásticamente

Se agarran de la mano y caminan el recorrido marcado por el cemento.

Quería meter la parte también cuando compraban unas raspadillas y hablaban sobre cómo ya no las hacen como antes y una parte graciosa cuando a Hito se le adormece la lengua, pero sería mucha cosa de relleno y que no aporta nada.

ESC 4. INT. COLEGIO – ESTACIONAMIENTO. DIA
Hito y Emily, aun agarrados de la mano, observan a los niños del colegio La Unión salir de manera ordenada. Los profesores están afuera manteniendo la calma de los estudiantes de primaria con ansias de regresar a sus hogares. Hito ve a su antiguo profesor y se le acerca, abandonando por un instante a Emily

-     -  Hola Hito ¿cómo estás?
-      - Bien profe, ¿por qué no dejan salir a la gente del cole? ¿Se portaron mal o algo así?
-      - No, estamos tomando precauciones
-      - ¿Precauciones?
-      - Sí, ahorita todos están medio asustados
-      - ¿Por qué?
-      - El terremoto
-      - ¿Terremoto?
-      - ¿No viste las noticias?
-    -   … - el silencio de Hito lo responde todo
-      - Hace unas horas ocurrió un terremoto en Japón de escala 8.9 y ahora hay alerta de tsunami
-      - ¿Y eso nos afecta también?
-      - Estamos siendo precavidos. Perdóname hijo pero debo volver, cuídate
-      - Sí profe, de igual manera

Hito regresa donde Emily quien luce preocupada.

-      . ¿Escala 8,9? – Emily se expresa sorprendida al verlo acercarse
-      - Parece que la gente ya está informada
-      - ¿Oye ahí en Fukushima no hay una planta nuclear?
-      - No lo sé. Mierda, si es así terminaría como Chernobyl
-      - ¿Cómo qué?
-      - ¿No conoces el incidente de Chernobyl? ¿Rusia? ¿Guerra fría? ¿Desastre nuclear?

Yo tampoco sé muy bien el incidente de Chernobyl, no puedo escribir algo de lo que no maneje a la perfección. Para no complicarme tanto, en la siguiente escena haré como si ya hubieran conversado lo suficiente.

ESC 5. EXT. CALLE. DIA
Hito y Emily están parados al frente del colegio esperando un micro y hablando al mismo tiempo.

-     -  Y eso fue lo que pasó en Chernobyl. Por eso en “The Big Bang Theory” hay un capítulo que Howard dice que no tiene miedo de ir al espacio en un cohete ruso porque está diseñado por profesionales pero que el único problema era que estos eran los responsables de lo que sucedió en Chernobyl
-      - Ah ya – Emily no se toma la molestia de expresar asombro por la mini clase de historia

La avenida La Mar estaba vacía como nunca. Los únicos vehículos que transitaban eran padres de familia que buscaban a sus hijos en la salida. Un taxi vacío se aproxima a la pareja a velocidad constante y con las ventanas abiertas.

-   - ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Japón! ¡Tsunami! ¡Tsunami! – grita el taxista mirándolo a los dos y riéndose al perderse de vista por la distancia
-      - ¡Que hijo de puta! – exclama Emily – Cómo se va a burlar de eso
-      - A, E, F, 7, 1, 7 – Hito dice estas letras y números como un robot con una mirada perdida
-      - ¿Hito?
-      - A, E, F, 7, 1, 7, A, E, F, 7, 1, 7, A, E, F, 7…
-      - ¡Hito!
-      - Perdón… no sé qué me pasó
-      - ¿Te rayaste o qué?
-      - Yo… ¿podemos juntarnos otro día?, estoy cansado
-      - Pero si recién nos vimos
-      - Sí es solo que… hoy día casi me ahogo en la piscina
-      - ¿De nuevo trataste de aguantar la respiración?
-      - Y casi lo logro
-      - Eres un tonto
-      - Bueno ya, ¿nos vemos otro día?
-      - Ni modo

Los dos se besan rápidamente, Emily se sube a un micro y Hito permanece en la calle solo, repitiendo las letras y números.

ESC 6. EXT. Malecón de Barranco. NOCHE
Un taxista se pasea por las curvas del malecón buscando clientes potenciales para ganarse sus últimos ingresos de la noche. Encuentra a un hombre encapuchado.

-      - Hasta la Costa Verde – pide el encapuchado
-      - ¿Qué parte de la Costa Verde?
-      - Cualquier parte
-      - ¿Cómo que cualquier parte?
-      - Cualquier parte que me pueda llevar por 10 soles – el encapuchado le muestra el billete entre los dedos
-      - Sube – le dice el taxista confundido pero conforme con la paga

ESC 7. INT. Taxi. NOCHE
El taxista escucha una emisora que habla sobre el terremoto de Japón. El encapuchado solo se distrae con el paisaje que refleja la ventana.

-      Feo lo de Japón – comenta el encapuchado
-      Pobrecito lo de los chinitos
-      ¿No será lo de los japonesitos?
-      Japonés, chino, coreano, la misma huevada
-      Peruano, chileno, boliviano, la misma huevada ¿no? – el pasajero lo imita pero el taxista no le presta mucha atención
-      ¿Qué hace a esta hora solo por aquí?
-      Camino. Camino y me encuentro con cualquiera que es la misma huevada

El taxista lo mira con curiosidad por el espejo retrovisor y sigue conduciendo como si nada pasara.

-     -  ¿Y por qué quiere ir a la Costa Verde con tanto peligro por la marea?
-      - Porque me cansé de cruzarme con gente que es la misma huevada
-      - A ver señor, ¿hice algo para molestarlo? – el taxista quiebra su tranquilidad y entra en estado defensivo
-      - No lo sé, ¿hice algo yo para molestarlo?
-      - Está que me repite la misma vaina una y otra vez
-    - Porque pienso que tú también debes repetir la misma vaina una y otra vez – le responde de manera violenta y sarcástica
-      - Señor… le voy a pedir que se baje
-      - ¿Qué? ¿Lo estoy asustando?
-      - Me está incomodando
-  - ¿Y no le incomodó que le pidiera que me llevara hasta la Costa Verde en momentos de alerta de tsunami? ¿Entonces porque accedió a llevarme hasta ahí? ¿Por el dinero?
-      - Señor, bájese
      - El taxista detiene el vehículo
-     -  Vamos, estamos cerca. Ya mire, tome – le entrega el billete – Se lo doy por adelantado
-      - No quiero su dinero
-      - Y yo no quiero seguir mezclándome con gente tú… que son la misma huevada

El taxista no se fija en el pañuelo que tiene el encapuchado en las manos, que lo utiliza para asfixiarlo. Intenta forcejear en vano y eventualmente se desvanece.

ESC 8. EXT. PLAYA. NOCHE
El taxista despierta y lo ve todo oscuro. Quiere moverse pero su cuerpo está atrapado de pies hasta el cuello. Escucha el sonido de unas olas que revientan con irregularidad, el de unas piedras impactando entre sí y el del silencio de la noche.

-     - ¡Ayuden! ¡Auxilio! – grita el taxista con un fuerte eco
-   - No te escucharan porque tienes un balde que oculta tu cabeza – alguien le saca el balde y revela al taxista que está enterrado en la orilla de una playa con piedras por todos lados. Su visión le permite girar su cabeza a unos 90 grados a la derecha para ver el mar que se acerca y 90 grados a la izquierda para ver la pista oscura sin luz
-  . No te esperabas eso ¿eh? – el muchacho que habla se permite visualizar. Es Hito, con una mirada siniestra que nadie creería – Yo no me esperaba encontrarme con un taxista racista e inhumano
-    -  ¿De qué estás hablando?
-    - Hoy te cruzaste con unos “chinitos” y te burlaste de una desgracia que ha sucedido al otro lado del mundo
-      - ¿Qué?
-      - Fue difícil encontrar tu taxi. Pero luego de repetir el código de la placa como un robot esos números y letras se convirtieron en una canción. Después de todo debo agradecerte, me has ayudado a mejorar mi creatividad
-      - Por favor ¡déjame salir!
-      - No. Te vas a quedar aquí y verás tu muerte ir y venir
-      - ¡Lo siento!… ¡no era mi intención!
-   - ¿No era tu intención burlarte de dos nikkei? ¿No era tu intención burlarte de los afectados por el terremoto? No sé señor, tiene que ser más específico
-     - ¡Perdóneme!, ¡sáqueme de aquí!

Hito lanza el balde al mar y deja que las olas se la lleven. Lo mira de reojo al taxista y se agacha a su nivel.

-      - Soñé hace unos días que una pareja estaba mirando el circuito de playas desde allá arriba. Y que de la nada aparecían unos monstruos marinos para atacar Lima. Desde ahí me dio mucha curiosidad saber qué hay en el fondo del mar
-      - Por… por… ¿por qué me dices esto?
-   - No sé. A veces digo huevadas… como tú. Si el agua te logra arrastrar hasta el fondo del océano supongo que averiguarás lo que esconde. Pero lo más seguro es que mueras ahogado – Hito se levanta y se aleja del lugar
-     -  ¡No! ¡No me dejes! ¡No!
-    - Una cosa más, dada las circunstancias ahora sí tienes todo el derecho de gritar tsunami. En vista que estás a un nivel muy bajo cualquier corriente de agua es un maremoto para ti. Así que… empieza a gritar.

Hito camina hacia la pista y el taxista grita con todas sus fuerzas hasta que su voz se pierde al igual que el último rayo de luz en la oscuridad de la playa.

Fin

-     - ¿Opiniones? – Manuel Ignacio “Hitoshi” Kobashikawa Gushiken no despegó sus ojos de Emily desde el momento que abrió el archivo en Word y comenzó la lectura del guión que planeaba presentar su enamorado para un concurso
-     - Está… eh…
-     - Admítelo, es una basura
-     - No, no. Tiene partes… interesantes. Pero hay dos cosas que debo decirte
-     - Habla
-   - Primero, los guiones se escriben en tercera persona y en presente. Aparte debes poner cosas como acciones concretas que se puedan mostrar en cámara. No te puedes ir el floro con las descripciones como lo haces en una novela. Y los diálogos, ¡Dios!, tienes que escribir el nombre del personaje en mayúscula al centro y abajo pones los diálogos. Y si es necesario alguna indicación de la actitud en paréntesis por debajo del nombre. ¿Ya te olvidaste de lo que nos enseñaron en la universidad?
-    -  Sí me acuerdo, pero esto era solo un borrador, tú sabes
-   -   Sí claro
-    -  Ya, ¿y lo segundo?
-     - Lo segundo es que se parece un poco a la realidad
-     - ¿Qué quieres decir?
-   -   O sea usas tu nombre completo, usas ¡mi nombre!, mencionas lugares que existen. Además… ¡Esto nos pasó la semana pasada!
-   -   ¿Y qué tiene?
-    -  Hito, no puedes hacer eso, es como invadir mi privacidad
-     - ¿Solo por tu nombre?
-    -  ¡Por todo!

Un silencio incómodo invade la habitación de Hito.

-   -   Lo de matar al taxista… eso es ficción ¿cierto?
-    -  No, ¿qué va?, es cierto y en verdad lo mate ahogándolo en la playa
-    -  La última vez que me dijiste algo así supuestamente le habías dado de comer a mis peces y al final los mataste por accidente
-  -  Emily, sé que estoy loco. Pero créeme, por Dios, eso es ficción. Todas las películas son ficción. ¿O acaso crees que Wes Craven es un asesino de verdad por todas las pelas de terror que hace?
-    -  No, no lo creo
-    - Bien. No confundas al artista con su obra. No quiero que termines como esos idiotas que después de ver “Al fondo hay sitio” creen que todo lo que sucede es verdad y le terminan lanzando tomates a los actores que interpretan a los villanos
-   -   Está bien, lo prometo

Ambos se levantan de sus asientos y se dirigen a la salida del cuarto.

-    -  ¿Y ahora qué? – pregunta Emily
-     - ¿Comemos un helado por ahí?
-     - Está bien

En la misma puerta que da a la salida de la calle, Emily detiene a su enamorado con solo sujetarle el brazo.

-   -   Pero júrame que no más historias sobre cosas que nos haya pasado o utilizar  nombres verdaderos – le advierte Emily
-    -  Te lo prometo
-    -  Y también promete no más historias de asesinatos
-    -  Te lo prometo… a menos que alguien joda de nuevo con lo de tsunami

Los dos se besan y salen por el helado. El resto del día no sirvió de inspiración para Hito en su nuevo guión.



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