martes, 16 de julio de 2013

Un conjunto de cualidades en un solo talento


Ganadora de “Rojo: Fama contra Fama” cuenta sus inicios en este camino artístico
Un conjunto de cualidades en un solo talento
Bailarina de Ballet y de cualquier estilo al mismo tiempo. De sangre japonesa pero con las mismas costumbres de un peruano. Con grandes aptitudes para la danza y con una actitud positiva para su entorno. Karen Tokashiki es una nikkei de calidad A1.


(Fuente: rpp.com.pe)

Karen Tokashiki llegó de Japón a una edad muy temprana, lo que la convertiría en una nikkei o descendiente de la “tierra del Sol naciente”. Probablemente en sus raíces japonesas haya encontrado el taikko, instrumento musical típico de Japón que vendría a ser el equivalente a un tambor, como una gran fuente de identificación.

Yolanda Nako, ex directora del Colegio La Unión y ex profesora del jardín de niños Santa Beatriz (instituciones donde estudió Karen) fue testigo del desarrollo de Karen no solo con el instrumento tradicional japonés, sino también en la danza; más específico en el Ballet, un arte que requiere de una gran dedicación si es que se quiere sobresalir. “Practicar ballet, si hablamos en términos de alguien que desea ser profesional, por 2 horas seguidas sin parar es lo adecuado” me comentó Midori Miney ex bailarina Ballet quien tuvo que abandonar sus clases para balancearlo con los estudios. Tener que dividir los tiempos para realizar las tareas, los estudios e inclusive para disfrutar de la vida social es complicado. Además de luchar contra los distintos tipos de perfiles que se encuentran en este mundo. 

La doble vida de Karen Tokashiki como bailarina de múltiples danzas y como estudiante empieza desde muy chica, casi a la edad de 6 años. Ese desempeño con el que se ganó al jurado y al público de “Rojo” tiene todo un historial que nos remonta a su niñez como también la etapa de la adolescencia. Desde el instante que su madre la llevaba a distintos talleres hasta el Ballet de manera ordenada, hay una historia de dedicación y esfuerzo.

“En el entorno, como en todo lugar, encuentras gente de todo tipo: como muy buenos amigos que te ayudan cuando no te sale algo, te explican, te motivan, etc. Como también personas muy envidiosas, que quieren siempre sobresalir y más si ven que eres muy bueno, a veces pueden tratar de opacarte. En cuanto a los profesores es igual, a veces existe lo que es la preferencia por alguien (sea cuales sean los motivos que sean) porque necesariamente no te tienen que preferir por ser bueno (también el racismo se da) como cuando un profesor ni te quiere ver porque no le caes”, me explica Midori para entender más aún las dificultades por las que podría atravesar no solo Karen sino cualquier sujeto involucrado en esta actividad.

No obstante, pese a entrar a un mundo de diversos perfiles y de una exigencia tan rígida, no era un impedimento para reducir su rendimiento académico. La ex directora del colegio La Unión quedaba sorprendida al observar la misma calidad de alumna que mantenía Karen durante la etapa en que realizaba el papel protagónico de la obra “Cascanueces”. “El hecho de que ella sea perseverante, de que ella pueda organizar su tiempo ha hecho que ella tenga buen rendimiento académico… No sé cómo hacía pero cumplía, cumplía con sus tareas, cumplía con sus exámenes; y no solo cumplía, sino que cumplía bien”, testifica Yolanda Nako con una energía de orgullo por alguien a quien pudo seguir desde muy pequeña.

Ese mismo empeño que se reflejaba en sus estudios y sus ensayos la llevaron a ganar el show de “Rojo: Fama contra Fama”. Patty Lopez, ex compañera de Karen en el Ballet Municipal de Lima, confirma que su dedicación era excepcional. “A la mayoría le enojaba que le corrigieran pero ella era muy trabajadora” dice Patty como también Yolanda quien me contó cómo le agradaba ver a Karen, durante los programas de “Rojo” y “El Gran Show”, esforzarse en cada ensayo que transmitían. Otro elemento en común que muchos pueden resaltar es su madre. Desde que inició sus clases de taikko hasta sus sesiones de Ballet, la mamá de Karen siempre ha estado presente. Una persona que no solo está dispuesta a dar todo por su hija sino a ser servicial ante cualquiera. “Su mami nos ayudaba a las chicas a cambiarnos… linda su mami”, me explica Patty como dato adicional.

Pero entre tanto éxito y reconocimiento, la humildad y el agradecimiento son dos cualidades fuertes que sobresalen de Karen. Tanto Patty como Yolanda pueden apreciar el cariño que tiene Karen por la mujer que le dio la vida. Además de nunca dejarse nublar por la fama que adquirió durante el “Gran Show” y el triunfo en “Rojo”. Karen nunca pierde sus raíces, un ejemplo que rara vez se suele observar.
 


Detrás del escenario: Una conversación con Karen Tokashiki
La ganadora del show “Rojo: Fama contra Fama” contó sus inicios en el mundo de la danza y del arte hasta la posición en que se encuentra actualmente. Además de comentar las dificultades que implican estas disciplinas.




(Fuente: perushimpo.com)




Karen, tengo entendido que empezaste a practicar Ballet a la edad de seis años, ¿fue esa tu primera experiencia con el arte?

Sí, yo empecé con el Ballet cuando tenía cinco años pero fue por solo un verano. Luego empecé con el taikko en el colegio, creo que se puede considerar un tipo de arte. Es llevar danza con música y tener un buen oído.

¿Entraste al mundo del Ballet por voluntad propia?

En realidad no. Cuando yo era chiquita yo tenía pie plano y mi mamá quería corregirlo. Su idea era meterme al Ballet para corregir el arco y al final me terminó gustando; por eso me quedé ahí toda mi vida.

¿Fue difícil para ti dividir tu tiempo entre el Ballet, el taikko y el colegio?

En realidad sí, era muy complicado. Yo no logré tener una vida social. Me perdía de las fiestas o salidas. Terminaba el colegio y me iba a mi ensayo y así era todos los días; como también los sábados y los veranos.  Las vacaciones para mí no existían. Pero me llevaba bien con mi promoción y todo era muy normal.

Patty López me comentó que en las prácticas de Ballet siempre te exigías mucho; si algo no te salía bien lo practicabas unas 50 veces frente al espejo. ¿Se podría decir que ese mismo esfuerzo lo dedicabas a los estudios?

En realidad me costaba bastante porque yo no disponía del mismo tiempo que otros. Y había muchas veces que dormía poco o nada. Me preocupaba mucho por dar mi mayor esfuerzo en el colegio. Sabía que tenía que darle el mismo balance al Ballet y al colegio.

¿En el colegio eras conocida como la “chica del Ballet”?

Sí, me decían también “la que no salía”, “la que no tenía vida social”, “la que se perdía del mapa durante vacaciones”, pero no creo que haya sido algo tan malo; estoy agradecida por haber tenido una carrera en el Ballet. Y mis amigos siempre me felicitaban cuando me veían. Creo que les gusta tener una “amiga bailarina”, saben por qué no podía salir con ellos pero reconocen que es lo que me gusta y lo aprecian.

¿Cómo lograste ingresar a “El Gran Show”?

Acabando en colegio yo me interesé en otras danzas aparte del Ballet. Quería ser una bailarina versátil y para eso me metía a D1, la escuela de Vania Masías, y ahí conocí a bailarines que estuvieron en temporadas pasadas de “El Gran Show”. Cuando comenzaron una temporada, yo acepté porque quería probarme a mí misma que podía bailar otro tipo de cosas.

¿Y en el caso de “Rojo: Fama contra Fama”?

Para “Rojo”, en verdad, yo no pensaba hacer el casting. Hasta que un amigo, Jorge Ávila, que también estaba en el programa, me animó a participar a pesar de que no estaba preparada para nada. Pero había visto el programa original de Chile y me gustó y dije “hay que intentarlo ¿no?”. Improvisé, pero me fue bien y así es cómo entré.

¿Y cómo te sentiste al estar en un programa de televisión donde todos te están observando?

En realidad estaba muy asustada, me ponía muy nerviosa antes de cada baile. El solo hecho de pensar que todo el país te puede ver, que puedes ser visto por bailarines que podrían críticas o personas que no bailan pero que aun así puede no agradarles como bailas, asusta; pero al final me ha ayudado bastante a crecer como persona.

Con el tema de ser reconocida en la calle, ¿te molestaba o incomodaba?

No, no me molesta para nada. Me parece bonito pero tampoco es que quiera salir y mostrarme. Sí me parece una muestra de cariño y admiración, creo que es la recompensa de tanto esfuerzo.

A las personas que he entrevistado han confirmado que tu madre es una gran influencia para ti. ¿Qué podrías decir al respecto?

Mi mamá para mí lo es todo, siempre lo ha sido y siempre lo va a ser. Yo no habría llegado tan lejos de no ser por ella. Ella siempre me ha apoyado y lo sigue haciendo. Me anima a seguir mis sueños. Desde los cinco años, ella ha estado en cada presentación. En realidad que suerte tengo de tener una madre que me apoye tanto.

¿Cuáles son los siguientes proyectos que tienes en mente?

Ahora he regresado al Ballet Municipal de Lima, la compañía donde yo pertenezco. Esta temporada comienza la próxima semana y será hasta el 28 de Julio. Luego pienso viajar para tomar clases afuera. Quiero perfeccionar, quiero aprender de otras personas y de repente venir y enseñar, compartir lo aprendido. Me encantaría tener mi propia escuela pero creo que aún no es el momento.

 

Enfoque

Sebastián Kawashita

Cabida para verdaderos talentos
Existe un gran desenvolvimiento de artistas que carecen de exposición nacional. Si tan solo los medios de comunicación masivos se enfocarán en las cualidades artísticas y no una simple cara bonita se cambiaría la situación

En los últimos tres o cuatro años nos hemos visto invadidos por programas de televisión que incitan a demostrar las cualidades de los participantes ya sea la danza, el canto, el performance o cualquier otro talento que pueda existir en el país. No obstante, la audiencia no siempre está conforme con las presentaciones en vivo. Basta con entrar a las redes sociales para encontrar infinidades de críticas a concursantes de cualquier show.

La cuestión que muchos se preguntan es si en realidad existen talentos en el Perú. Asumo que sí, en cualquier parte del mundo existen personas talentosas; y nuestro país no es una excepción. Entonces, ¿cuál es el reclamo de la audiencia peruana? Deduzco que se debe a un tema de oportunidades.

La finalidad de un programa en este país es el aumento de rating para satisfacer a los anunciantes que apuestan por un formato. La idea de un show de talentos se concibe de una manera determinada, pero en la desesperación por incrementar el número de audiencias lleva a los productores a cambiar el principio del show. Por lo tanto, si un concurso de baile, canto o sea cual sea la disciplina no obtiene la audiencia meta, se emplea el clásico “lo que el público quiere” y la naturaleza del show que es buscar a una nueva estrella se ve opacada por el escándalo y las caras bonitas.

Si se empleara el criterio de evaluación de programas como “Rojo” o si la victoria se debiera a jueces expertos en la materia, entonces sí encontraríamos una cantidad considerable de personas hábiles en las disciplinas que se presentan. Y aquellos comentarios en las redes sociales que juzgan a los participantes disminuirían considerablemente.

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