La máquina del castigo es un hombre común
Giancarlo Moyano también conocido como Kaiser. ¿De pequeño te entretenían los deportes de contacto?
Sí, tengo muchos recuerdos del box era el deporte que de contacto que más conocía en mi infancia. De hecho recuerdo peleas importantes como Holyfield contra Mike Tyson.
¿Cómo es que entraste al mundo del catchascan?
Antes de comenzar con el catchascan yo practicaba artes marciales mixtas. Y sufrí una lesión, una rotura del tendón de Aquiles que me dejó fuera de ese deporte. Siempre me había gustado la lucha libre pero nunca había encontrado una oportunidad hasta que entré a LWA y pensé que más seguro que las artes marciales mixtas. Al final no resultó más seguro pero por una casualidad de la vida terminé haciendo lucha libre. Me acuerdo que lo vi en un foro y decidí ir a practicarlo y desde ese momento no he parado.
¿Qué experiencias recuerdas cuando empezaste a luchas?
En primer lugar la lucha libre se practica en un ring y recuerdo que no teníamos ese ring; practicábamos en colchonetas. También recuerdo que esa fue la etapa con menos condiciones para entrenar y fue también el momento que más gente fue a entrenar. En un momento llegamos a ser hasta 40 alumnos.
¿Y ahora cuántos son?
Lo que ocurre es que ahora tomamos la lucha libre más en serio y somos mucho más exigentes. Entonces las personas que empiezan a entrenar y ven esto como diversión o como “palomilla” pues no permanecen porque no resisten en el aspecto físico. Antes sí éramos un poco más joviales con los entrenamientos. Pero nos hemos ido perfeccionando al punto de llegar a ser luchadores exportables en cualquier parte del mundo. Por ello las exigencias aumentan.
¿Eso quiere decir que han conseguido un nivel más profesional?
Yo creo que sí, en Perú hay unos 4 o 5 luchadores que pueden luchar en cualquier parte del mundo sin ningún problema.
Con respecto a tus familiares y amigos, ¿ellos respondieron negativa o positivamente cuando entraste a este deporte?
Yo creo que no respondieron porque lo tomaron como que “ah bueno será algo más” pero creo que dejaron de tomarlo tan a la ligera cuando se dieron cuenta que en verdad iba en serio, cuando empezaba a viajar a otros países para luchar. Ahí se cuestionaron cosas como si seguiré mi carrera de la universidad. Yo soy egresado de la Universidad de Lima y me he dedicado más a luchar a pesar que tengo una carrera de publicidad.
Además de esas complicaciones que tienes entre tu carrera profesional y como luchador, ¿qué otra dificultad podrías mencionar?
En realidad es el tiempo. Yo he dejado de trabajar en agencia desde Setiembre del año pasado que me fui a Japón porque, al principio, los viajes los manejaba los fines de semana; entonces podía viajar un viernes por la noche y estar a las 9 de la mañana del lunes. Y en aquel entonces tenía un puesto medio en una agencia y podía manejar mis horarios. Pero como ahora voy a hacer un viaje de tres meses a Japón o como hice uno de un mes el año pasado o dos semanas en Ecuador y cosas así para grabar programas y cosas por el estilo, es más difícil. Por más que tengas un puesto alto en una agencia no te dejarían que regreses normal después de irte tanto. Entonces eso me obligó a dejar el trabajo. No sé hasta cuando siga así, me encanta la publicidad pero la lucha libre es una pasión. Es una pregunta que todos los días me pregunto. ¿Hasta qué momento lucha libre y cuándo publicidad? O siempre lucha libre. Es un tema muy complicado.
Ganaste el título máximo de la LWA que es el campeonato más importante para la empresa y hasta lo defendiste casi como en once ocasiones. ¿Ese logro aumentó tu prestigio como luchador? Porque existen fanáticos que en algún momento empezaron a responder negativamente.
Defendí el título en once ocasiones y lo retuve en diez. Creo que es el record de defensas en Sudamérica por un título. Creo que de todas maneras un título aumenta tu prestigio pero el viaje a Japón al participar en una de las cinco empresas más poderosas del mundo es lo que más prestigio me ha dado. Tanto así que ahora me están llevando por mucho más tiempo y con condiciones económicas más altas. Ahora mi meta es ser campeón mundial. Y me gustaría hacerlo en Japón. Sé que me falta mucho, y no sé si lo logre en este viaje pero estoy muy seguro que voy a tener otros y podré lograrlo.
Con respecto a tu primer viaje a Japón ¿cómo lograste entrar en contacto con una de las empresas más importantes de lucha libre a nivel mundial?
Aparte de ser luchador, soy promotor; trato de promover este deporte aquí. Creo que la gente nunca soñó ver a luchadores como KENTA, que es de Japón, en un ring peruano. Siempre lo veían por internet y era como que imposible verlo en vivo. Para eso me ayudó mucho Facebook. A través, a través de un amigo, Claudio Castagnoli, recibí ciertos pasos a seguir para contactar a esta empresa japonesa y sirvió bastante. De hecho la predisposición de KENTA de querer venir influyó. Y, tal vez fue la lucha que hicimos cuando vinieron lo los sorprendió porque ellos esperaban un nivel muy bajo en Perú ya que el nivel que tienen en Japón es demasiado alto y al venir acá ellos esperaban cualquier cosa. Pero se llevaron una grata sorpresa. Entonces creo que eso los convenció que con buen un entrenamiento podemos llegar a un buen nivel y eso es efectivamente lo que pasó; ellos decidieron llevarme a mí y a un amigo chileno y ahora tienen la iniciativa de llevar más luchadores de Sudamérica y en especial de Perú y Chile.
Una vez que regreses de Pro Wrestling NOAH, ¿cuales serán tus objetivos?
Cuando regreses hecho seguiré acá en LWA. Tratando de mejorarla. De todas maneras evaluaré el tema de la publicidad. Aunque de por sí ya me han ido avisado sobre un posible regreso a Japón otra vez en Enero. Entonces hay muchas cosas que voy a tener que evaluar durante los 3 meses que voy a estar allá así que no podría darte una respuesta concreta.
¿Quiénes han sido tus ídolos o ejemplos a seguir tanto en este deporte como fuera del círculo?
En cuanto a lucha libre de todas maneras es Kenta Kobashi. En mi época como fanático admiraba a Hulk Hogan o La Roca. Pero cuando entras a este deporte profundamente ves a alguien que no tuvo tanta exposición como los luchadores de Estados Unidos. Kenta Kobashi me parece, en mi gusto personal, el mejor luchador que ha existido; paralelamente está Misawa. Si bien, irónicamente, me quise convertir luchador por Goldberg, viéndolo ahora me doy cuenta que no es un luchador muy técnico que digamos. Pero así es la lucha: el que vende más puede ser más estrella. En Japón es distinto, es más deportivo.
Kenta Kobashi y Mitsuharu Misawa son leyendas allá en Japón, ¿cierto?
Sí, son de las más grandes. Entre las cinco leyendas más grandes en la historia del Puroresu que es como se le conoce a la lucha. Tan reconocidos como Keiji Mutoh o Antonio Inoki que son otras estrellas. A Misawa no pude verlo. Lamentablemente falleció unos años antes que yo llegara a Japón. Y Kobashi es luchador de Pro Wrestling NOAH ahorita ya retirado desde hace unos meses. Pero tuve la suerte de conocerlo en el dojo que es donde entrenan los luchadores de esta empresa. Lo vi entrenando y tuve la suerte de tener una conversación con él. Aparte de conocerlo como gran luchador me di cuenta que es una persona increíble.
Para finalizar, ¿crees que en algún momento, aquí en el Perú, la lucha libre pueda ser un deporte completamente profesional? Es decir, ¿que se pueda vivir de este deporte?
Yo creo que sí, a pesar que no creo que lo viva yo. Pero creo que esta nueva generación que va a salir, que son chicos de 17 años, que tienen un nivel hasta mejor que el que tenemos varios de nosotros Sí podrá vivirlo. Porque hemos trabajado duro para que eso suceda. Todo está en cuestión de ver proyectos para llegar a la televisión o en mejorar la condición física, porque obviamente la lucha libre es un producto. Hay muchos aspectos que se tienen que analizar. Porque en general, salvo el fútbol, ningún otro deporte ha llegado a un nivel tan alto. Incluso el box, que traen campeones mundiales, como espectáculo me parecen de muy baja calidad.
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