martes, 31 de diciembre de 2013

Por muchos años mejores


Por muchos años mejores



Es bonito desearle al mundo un mejor año, como si los días y los meses fueran responsables de lo bueno o malo que se desarrolle en nuestras vidas. Sí, es una costumbre que debe tener miles de años de tradición y la seguiremos repitiendo por inercia.

Ahora, como se habrán percatado desde hace unos años, si algo está escrito en una de mis notas de Facebook o mi blog puede tratarse de una crítica de un largometraje, una historia que se me vino a la mente porque sí o una crítica hacia la manera de pensar o actuar hoy en día.

Pues tengo muchas películas que analizar y reseñar, pero ninguna se relaciona con el tema que tengo planeado hablarles; mucho menos tengo un cuento que narrarles con el tema de conversación de esta nota como eje argumental. Entonces, asumo que haré alguna especie de reclamo, crítica o reflexión al respecto.

¿Estoy reclamando sobre las personas que saludan por año nuevo? No, insisto como al inicio de la nota, es considerado desearle lo mejor a alguien por los nuevos 365 días que se vienen. El problema empieza con la malinterpretación de los buenos deseos o la verdadera esencia de las palabras que las transmiten.

Si yo digo feliz año nuevo o les deseo un buen año, ¿qué estoy queriendo decir? Que simplemente espero que este nuevo año sea bueno para todos. ¿Pero cómo estas palabras lo describen? Quizás me equivoque pero yo lo interpreto como si deseara que el tiempo sea el elemento responsable de las buenas “cosas” que les ocurrirá (o podría ocurrir).

Sin embargo, estamos cometiendo un gravísimo error. El tiempo no es una causa o razón de lo bueno o malo que nos pueda suceder. El tiempo es como una especie de recipiente donde se coloca todos los eventos o situaciones y que nos permite medirlos según la cantidad de espacio no físico que abarca. Véanlo de la siguiente manera, el tiempo es como un medio de transporte público intangible que viaja por un espacio invisible y en el que se suben o bajan todos los sucesos que nos ocurran sean por acción propia o causalidades de la vida. Obviamente una vez que el transporte llegue a su último paradero, nuestro momento en la tierra desaparecerá y para aquel instante habremos presenciado miles de sucesos que habrán hecho de nuestro viaje placentero o molestoso.

Por tanto, decir que un año fue bueno o malo está relativamente mal dicho. El año, los meses, los días, las horas, los segundos, en síntesis, el tiempo no fue malo. Malo fueron las malas experiencias. Siguiendo la metáfora del medio de transporte público, podríamos decir que el cobrador es aquel que permite cuántas personas y quiénes son los que pueden entrar. Bajo ese supuesto, nosotros somos los cobradores. El chofer vendría a ser esa entidad que dicta el ritmo con el que se viajará hasta nuestro punto final. Yo, como católico, digo que es Dios el que define en qué momento cesaré de existir; si ustedes no creen en ello les dejo a su criterio sobre quién o qué es el chofer del tiempo.

Como les mencioné hace casi tres meses, la vida está llena de eventos y situaciones (según las definiciones de la narrativa audiovisual) en el que el primero significa hechos ocasionados por las casualidades de la vida y el segundo relacionados con los actos humanos. En el transporte público del tiempo, estos dos tipos de sucesos son los pasajeros. Y como cobradores tenemos un cierto control sobre la entrada y salida de estos. Los eventos son inevitables, siempre subirán así se quiera o no porque tienen un asiento reservado. Las cuestiones de la vida que ocurren porque sí son parte de lo habitual. No podemos evitar que la vida interrumpa su orden natural. Sin embargo, las situaciones podrían estar a nuestro alcance. Ya que estas dependen del acto humano, nosotros como hombres podemos hacer algo al respecto. Podemos crear situaciones o contrarrestarlas. No será sencillo, pero es posible.

Así, me atrevo a decir que, salvo el tema de lo eventos, nosotros somos los responsables de que un año nuevo sea mejor o peor. Nuestras acciones son controlables, manipulables. El tiempo no decide si el año será bueno o no. Somos nosotros quienes trabajamos u holgazaneamos para que los 365 días cuenten con una cierta cantidad de situaciones agradables.

En conclusión, les desearía un feliz año nuevo solo para reducir el números de eventos negativos. Pero espero que el 2014 (y los siguientes años más) sirvan de oportunidades para esforzare como personas y así ser mejores. Que este nuevo año esté lleno de buenas experiencias.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Cuidado a partir de las 10:00 p.m.

Cuidado a partir de las 10:00 p.m.




Él la agarraba de la mano cuando caminaban por las calles a las 8:30 de la noche. ¿Eran esposos? No, la situación de peligro constante después del primer ataque a Lima le dio al hombre una nueva forma de ver la vida y eliminar algunas tradiciones innecesarias. ¿Eran novios? No, apenas se conocían unas dos semana y luego de tanto insistirle, la chica accedió salir con él en una aventura un tanto peligrosa. ¿Eran amigos? No, que se hayan conocido hace dos semanas no era sinónimo del inicio de una amistad.

La agarraba de la mano porque era la única manera de mantenerla temperatura alta entre los cuerpos de estos dos. Las vestimentas abrigadoras no eran suficiente así que optaron por transferirse calor mutuamente.

-     Y aquí me reunía con unos patas para una partida de PES – él le dice señalando unas galerías
-     ¿PES?
-     Pro Evolution Soccer – ella no emite ningún comentario

La oscuridad, pese a las altas horas del día, no cubría toda la avenida. Este fenómeno se repitió constantemente desde “el día que el Sol se desenchufó”.

-     Mis patas y yo siempre nos mechábamos por jugar primero. La regla era los dos primeros que se sentaban frente al televisor eran los que jugaban y el resto esperaba

Ella seguía sin responder, solo caminaba y visualizaba (por el tiempo que le permitía la velocidad de su caminar) los restos de una avenidaBrasil descuidada. El frío aumentaba conforme el anochecer crecía, como si ambas materias se encontraran en una regla de tres directa: a más horas del día,mayor frío. Así mismo, el apretón de manos se incrementaba y recordándoles que no se debía a una atracción afectuosa entre ella por él sino por un tema de calefacción mutua.
La caminata se aligeraba con el dolor de manos que tenían ambos.Como si el esfuerzo físico del apretón reemplazara el dolor de piernas de tanto caminar.

-     Unas cuadras más adelante hay un complejo deportivo. Ahí hacían unos eventos de Smackdown… esas vainas
-     ¿Smackdown?
-     Sí, eso de unos patas que se golpean semidesnudos.Había un pata que tenía una máscara, se subía a la tercera soga y se tiraba como si nada
-     Ah – responde sin emoción, como si realizar todo aquello fuera tan normal como respirar

Al llegar antes de la bajada de la Costa Verde, ella se detiene y él la imita porque no tiene otra opción más que avanzar a su velocidad por el candado que formaron en sus manos. Ella observa el océano y él hace lo mismo sin entender por qué un escenario tan denso como el mar le fascina.

-     En ese complejo deportivo a veces hacían comic market – él intenta en vano cambiar su atención
-     …
-     Un tipo se disfrazó de Hulk… bueno… solo agarró un balde con pintura verde y se lo tiró en todo su cuerpo; solo tenía sus calzoncillos y nada más
-     …
-     Ah pero eso sí, había una chica que había construido como una réplica de las aves gigantes que salían en Avatar, le salió bien paja
-     …
-     ¿Te acuerdas de Avatar?, esa pela era paja, pero nunca la vi en 3D. Y eso que la vi como tres veces. El día del pre estreno, en el estreno y cuando re estrenaron una edición de no sé cuantos minutos que al final parecía la misma huevada..
-     Oye – ella lo interrumpe sin dirigirle la mirada
-     ¿Qué?
-     ¿Eso era tan importante?
-     ¿Ver Avatar?
-     Todo eso, jugar tus jueguitos, disfrazarse de superhéroes, ver tus peleas de catchascan, ir al cine… ¿eso era tan importante antes de todo esto?
-     No… también tenías que ver a Pearl Jam en vivo cuando podías… ¿has escuchado a Pearl Jam? – añade una broma a una conversación que tornaba serio
-     Para ustedes la vida era muy alegre
-     Sí… eh… tuvimos suerte… - él no sabía qué responder más que con la verdad y en tono indiferente como respuesta neutra para no empeorar la situación que estaba destinada a salir mal desde que ella accedió a salir con él

Ella lo mira a los ojos, con la misma neutralidad desde un principio. Se detiene a pensar en una respuesta porque agotó la paciencia.

-     Realmente tuvieron suerte – él no supo si ella lo decía para reafirmar lo que le respondió, si lo dijo como reclamo a su generación que disfrutó los buenos momentos o si lo dijo porque sí y nada más

Y ambos miran el océano, el su profundidad y los misterios que puede esconder… pese a que ya los develó hace muchos años.

Él revisa su reloj, había olvidado que lo tenía puesto. Con miedo revisó la hora y su temor aumentó considerablemente de manera que su piel tornó más blanca de lo que ya era (y a causa del frío).

-     Son las 9:48 – él cree que con solo decir la hora las cosas quedarían claras como el agua
-     …
-     Oye, ya falta poco para las 10
-     No vamos a alcanzar hasta La Molina
-     Pero si vamos a San Isidro quizás la hacemos.Esas cosas nunca han llegado tan lejos
-     La otra vez vieron a una de esas cosas en JavierPrado
-     No, te has hueveado
-     Igual, tenemos que salir de aquí

Él y ella sabían que no iban lograr recorrer todo el trayecto en poco 10 minutos o poco más. Encontraron un hotel en estado no tan deplorable, se escondieron en una habitación del tercer piso que tenía una vista hacia la intersección entre Sucre y la Del Ejercito.

Él ocupaba el closet vacío y sucio; ella, debajo de la cama enterrada en polvo. Los dos sabían las reglas:

-     No acercarse a 10 metros del mar
-     No rondar por las zonas más cercanas a la costa todas las noches a partir de las 10:00 p.m. hasta las 7 a.m.

Él y ella solo cerraron los ojos, algo absurdo porque con o sin sus ojos no podían observar el gran ejercito de crustáceos y moluscos mutantes que rondaban por las calles, ni mucho menos a los humanoides con caparazones de cangrejos. Aquello que si podían hacer (y tenía más sentido) era taparse las narices por el hedor a peces muertos y concentración de sustancias extrañas que existen al fondo del océano. A él le hacía recordar (en cierta medida) las veces que comía cebiche en Punta Negra con sus amigos todos los veranos; un pequeño sentido de nostalgia invadía su mente. En cambio, a ella se le enseñó que cualquier signo de mar u animales marinos era peligroso y se debía alejar lo más posible, algo imposible dada las circunstancias.

Las 10:00 p.m. es la hora que salen las criaturas más bizarras del mar… y también es la hora que no pueden escapar los muchachos de la zona.

sábado, 19 de octubre de 2013

Amistad, amor y buena música: análisis y review de Rocanrol 68 (sin spoilers)

Amistad, amor y buena música: análisis y review de Rocanrol 68 (sin spoilers)




Quizás unos la han esperado con gran expectativa desde que apareció el primer tráiler o desde que dio algo de resonancia en el Festival de Cine hace unos meses; otros, no sabían de su existencia o a simple vista no la tomaban en consideración.

Pues yo, en un principio, sentí una gran expectativa pero luego caí en la preocupación de “¿y si el tráiler te muestra todo lo bueno que tiene la película?”, además debo admitir que no soy un gran amante la música.

Pues tuve la oportunidad de asistir al preestreno y estas son mis impresiones.

Sinopsis:
Es el año 1968, Manolo (aspirante cineasta), Bobby (un casanova fracasado) y Guille (amante del rock) son tres jóvenes de La Punta, Callao que empezarán sus últimas vacaciones de verano antes de comenzar la universidad. Cada quien tiene una característica que los hace peculiares pero aquello que los une es la buena música. Un día llega Emma, la nueva vecina de Manolo, quien se une al grupo y comienza así una historia de amistad, amor y música legendaria en nuestras.

Comentarios:
Creo que debería separar mi análisis de dos ámbitos: la narrativa y lo técnico.

En cuanto a la historia, es atractiva, con sentido del humor, con toques muy creativos y sabe cómo enganchar al público sin caer en el cliché de las películas peruanas (ello quiere decir pura lisura y mujeres desnudas).

Cada personaje tiene su característica que los hace únicos y especiales. Quizás algunos sean sobreactuados u otros algo forzados pero todos tienen ese “algo” que hace disfrutable verlos. Debo resaltar el trabajo de Manuel Gold como Bobby quien con su actuación verbal y no verbal sabe ganarse al público.

Cada personaje con su forma de ser que los caracteriza y con los que encariñas


Rocanrol 68 contiene elementos de comedia que no suelo ver en el cine peruano (bueno, admito que me falta culturizarme con películas nacionales) como el uso de flashbacks similares a los de “Family Guy” o “How I Met Your Mother” como también diálogos creativos con buen sentido del humor que hacen juego con la época casi de los 70 y la actualidad. Rocanrol 68 no tiene miedo de apostar por estos recursos y los hace sin ningún problema.

No obstante, el desarrollo de la película lo vi como una sucesión de acciones que no llevaban a un objetivo en sí. Si se observa detenidamente, en efecto podemos ver un protagonista con un objetivo. Pero lo que transcurre a continuación no lo veo como una forma de lograr su objetivo, sino como sucesos que permiten que su vida continúe.

En cuanto algunos personajes, si bien dije que eran carismáticos y cada quien con lo suyo, algunos quedan al aire o tienen un potencial de ser usados para circunstancias más importantes pero son descuidados.

Podría decir que el error de narrativa también se percibe en Asu Mare, una película muy entretenida pero que en cuestión de sucesión de acciones no logra un in crescendo en la aventura.

Sobre el aspecto técnico hay ciertas fallas que quizás lo veo yo por estar muy metido en este tema. Es inevitable que un comunicador (sobre todo uno que se inclina por lo audiovisual y más aún para el que está en pleno aprendizaje) se tome la molestia de revisar cada detalle un largometraje.

Noté algunos ligeros percances en la iluminación en exteriores, problema que (por experiencia propia) es difícil de manejar pero no estuvo mal. En cuestión de cortes de escenas el uso de fade in y fade out no me agradó al 100% como los emplearon. Sobre el sonido quiero pensar que soy yo el sordo pero hubo momentos en que no lograba escuchar los diálogos completos. Y por último, el uso de planos tenía para ser variado; no obstante, tampoco incomodaba ver una escena en un mismo plano (sobre todo en las conversaciones). Además cabe resaltar que algunas tomas rescataban lo hermoso de las locaciones o de las acciones en conjunto.

Visualmente la película estaba bien hecha pero creo haber visto ciertos problemas con el enfoque o desenfoque de unos encuadres.

Buenos planos pero le hizo falta algo de variedad


Como les digo, esta parte de la reseña no le presten tanta atención porque es un área que probablemente solo un comunicador le daría vueltas.

En cuanto a la música, por el título y los avances deben deducir que esta es el eje central de la historia, que es un tema tangible y muy a la vista de todos como lo es el amor y la amistad en todo el largometraje. Desde mi apreciación personal, la música funciona como un medio para la unión de personajes o delimitarlos.; como también para ambientar la esencia de dicha época.

Calificación:
8.0/10

No puedo asegurar que sea tan agradable para la crítica, no sé si en las salas de cine se compartirán las mismas risas que yo compartí con el público presente ese día, dudo que gane algún premio importante; pero solo puedo asegurarles que yo sí disfruté Rocanrol 68.

Aquellos que piensan verla solo les advierto que no esperen temas de reflexión ni nada tan “elitista” como La Teta Asustada. Realmente me molestaría mucho que, si es que existen críticas negativas, se deban a que no logra un nivel de “seriedad”. La película es entretenida, conmovedora por sus personajes, con situaciones humorísticas y disfrutable. Punto.

Ricardo Bedoya dijo alguna vez que no existe mercado de cine peruano… después de Rocanrol 68, estoy recuperando la fe. Ojalá se siga con la misma intensidad y empeño en los futuros proyectos.

Trailer:

sábado, 20 de julio de 2013

Cuando la fórmula se reformula: Análisis (y review) de Man of Steel


Cuando la fórmula se reformula: Análisis (y review) de Man of Steel
 
 
Me sorprende mucho que el público y parte de la crítica haya sido dura con esta película. Es cierto, no logró ser perfecta pero, como opinión personal, es el reinicio que debió haber logrado Superman Returns en el 2006. Me detuve a pensar cuál será la razón por la cual algunos hasta odiaron al personaje y creo haber encontrado la respuesta.

Este artículo es una manera de review y análisis al mismo tiempo de Man Of Steel (advertencia, la nota contiene spoilers)

Me gustaría empezar a desfragmentar la película con el discurso que da Bill en el segundo volumen de “Kill Bill”. Según el villano perteneciente al universo que Quentin Tarantino, todos los superhéroes fueron hombres… a decir verdad son humanos que por “X” motivos adquirieron algún poder que los obliga a disfrazarse de íconos como símbolos de grandeza. Sin embargo, Superman es el único superhéroe que nació como tal y debe actuar a la inversa que cualquier personaje de los comics: Superman debe disfrazarse de ser humano para encajar con nosotros. Ahora que si Superman se burla de la raza humana al representar al hombre como un sujeto frágil, tímido y hasta algo inútil, eso es otra cuestión que no voy a abordar.

Man of Steel nos muestra a un Superman que, durante toda la película, se recurre de flashbacks de momentos en el que Kal-El nunca puede adaptarse a la sociedad humana. ¿Cómo se sentirían ustedes al estar en un sitio donde no podrían encajar? ¿O si actuar con normalidad implicaría el desprecio? ¿No se sentirían frustrados? ¿Tensos? ¿Confundidos?

Clark Kent confundido después de salvar a sus compañeros de un accidente de bus

Constantemente observamos a un Superman de niño que le cuesta controlar sus poderes. O que no mide la consecuencia de sus actos al salvar a sus compañeros en un accidente de autobús. Quizás las versiones anteriores de Superman nos pintaban el escenario de una manera pintoresca (cosa que no está mal), pero la innovación, creo yo, de Man of Steel es colocar a un personaje ficticio en un escenario real. ¿O creen ustedes que la gente se sentiría normal de ver a un hombre volar por los aires, levantar objetos pesados y lanzar rayos laser por los ojos?

Sería bueno dividir al protagonista en tres capas. Como Superman, como Kal-El y como Clark Kent.

Como Kal-El lo vemos de bebé siendo enviado por su padre Jor-El desde Krypton hasta el planeta Tierra. Pero Kal-El no se convierte instantáneamente en Clark Kent cuando es adoptado por Jonathan y Martha Kent. Clark Kent es ese sujeto que actúa como cualquier ser humano. Desde que Kal-El es un niño, tiene dificultades para controlar sus poderes, además de no ser consciente del resultado de sus acciones. Lo vemos claramente cuando salva a sus compañeros del colegio en un accidente automovilístico. Kal-El decide vagar por el mundo como un fantasma para encontrarse a sí mismo y su origen. Yo diría que vemos finalmente a Clark Kent en la escena final cuando aparece en el Daily Planet con sus clásicas gafas y dispuesto a llevar una doble vida.

Jor-El despidiéndose de su hijo antes de enviarlo a la Tierra

En cuanto a Superman, él es el símbolo, la imagen, el superhéroe en sí. Pero recién se muestra como tal no cuando tiene el traje puesto ni mucho menos cuando aprende a volar, sino al vencer a Zod y al convencerle al general del ejército estadounidense que él no es una amenaza. Previo a eso solo vemos a un Kal-El vestido con un traje vistoso intentando salvar al mundo. Incluso, desde que tiene el traje puesto, Lois Lane le insinúa que su apodo podría ser Superman.

Kal-El rindiéndose ante el general Zod

Como se habrán percatado, la típica fórmula de la película de superhéroes se ha distorsionado. Lo habitual es presentar al personaje como un individuo común que descubre o adquiere alguna habilidad que le obligará a tomar una responsabilidad. En Man of Steel, nuestro protagonista no es un ser humano, mucho menos puede darse el lujo de lucir sus cualidades porque ni si quiera sabe cómo comportarse como alguien normal.

Mientras que en las películas común y corrientes de superhéroes se termina con una escena en que se muestra al héroe con su traje posicionándose como “el superhéroe”, Man of Steel termina con el superhéroe vistiéndose como ser humano queriéndonos decir que sí pudo encajar entre nosotros.

Con respecto a la narrativa de la película. El uso de flashbacks o los datos sorpresas creo que no funcionaban bien. A pesar que todo tiene un por qué en la película y tarde o temprano se revelan los misterios, opino que no funciona para este tipo de películas, sobre todo si se trata de un personaje que todos ya conocemos. La crítica dice que vemos un largometraje muy denso y lento; yo, al contrario, diría que es muy rápida. Y no solo lo digo en cuestión de montaje sino en sucesión de eventos que pudieron ser rellenados de manera disimulada.

En cuanto a los actores, no me quejo. Creo que todos cumplieron con su deber. Debo resaltar que me agradó en enfoque que le dieron al General Zod. No es el típico villano que quiere dominar el mundo sino el general del ejército devoto a su responsabilidad pero de una manera extremista. Y con respecto a Henry Cavill como el nuevo Superman, creo que tiene futuro.

General Zod antes de ser exciliado promete encontrar a Kal-El


La música es agradable, no creo que llegue al nivel de John Williams pero creo que fue una buena idea reemplazarlo con Hans Zimmer ya que la idea es un nuevo concepto del Superman. Y para eso hay que cortar algunas raíces.

"Ideal Of Hope" es el nuevo tema principal del Hombre de Acero

Los efectos especiales son resaltantes. Un increíble aspecto visual y unas escenas de pelea que nos dicen “si dos seres con gran fuerza se enfrentaran entre sí, ¿cómo repercutiría en una ciudad?”. Creo que sí se lucieron con las escenas de acción. Con un uso del zoom muy interesante y una velocidad que impacta.

Puntuación:

8.5/10

Así sea arriesgado poner una puntuación tan alta, me atrevo a decir que Man of Steel cumplió con su objetivo de ser un nuevo punto de vista. Definitivamente se habría ganado mi total aprobación si corregían los problemas de narrativa; problema que siempre veo en la filmografía de Zack Snyder pero tengo la fe que en la secuela se mejorará esos aspectos.

Así que si no han visto aún Man of Steel tengan en cuenta que no van a ver la clásica fórmula. Solo les digo que estén abiertos a cualquier propuesta que vayan a observar en la pantalla grande.
Trailer:
 

martes, 16 de julio de 2013

Un conjunto de cualidades en un solo talento


Ganadora de “Rojo: Fama contra Fama” cuenta sus inicios en este camino artístico
Un conjunto de cualidades en un solo talento
Bailarina de Ballet y de cualquier estilo al mismo tiempo. De sangre japonesa pero con las mismas costumbres de un peruano. Con grandes aptitudes para la danza y con una actitud positiva para su entorno. Karen Tokashiki es una nikkei de calidad A1.


(Fuente: rpp.com.pe)

Karen Tokashiki llegó de Japón a una edad muy temprana, lo que la convertiría en una nikkei o descendiente de la “tierra del Sol naciente”. Probablemente en sus raíces japonesas haya encontrado el taikko, instrumento musical típico de Japón que vendría a ser el equivalente a un tambor, como una gran fuente de identificación.

Yolanda Nako, ex directora del Colegio La Unión y ex profesora del jardín de niños Santa Beatriz (instituciones donde estudió Karen) fue testigo del desarrollo de Karen no solo con el instrumento tradicional japonés, sino también en la danza; más específico en el Ballet, un arte que requiere de una gran dedicación si es que se quiere sobresalir. “Practicar ballet, si hablamos en términos de alguien que desea ser profesional, por 2 horas seguidas sin parar es lo adecuado” me comentó Midori Miney ex bailarina Ballet quien tuvo que abandonar sus clases para balancearlo con los estudios. Tener que dividir los tiempos para realizar las tareas, los estudios e inclusive para disfrutar de la vida social es complicado. Además de luchar contra los distintos tipos de perfiles que se encuentran en este mundo. 

La doble vida de Karen Tokashiki como bailarina de múltiples danzas y como estudiante empieza desde muy chica, casi a la edad de 6 años. Ese desempeño con el que se ganó al jurado y al público de “Rojo” tiene todo un historial que nos remonta a su niñez como también la etapa de la adolescencia. Desde el instante que su madre la llevaba a distintos talleres hasta el Ballet de manera ordenada, hay una historia de dedicación y esfuerzo.

“En el entorno, como en todo lugar, encuentras gente de todo tipo: como muy buenos amigos que te ayudan cuando no te sale algo, te explican, te motivan, etc. Como también personas muy envidiosas, que quieren siempre sobresalir y más si ven que eres muy bueno, a veces pueden tratar de opacarte. En cuanto a los profesores es igual, a veces existe lo que es la preferencia por alguien (sea cuales sean los motivos que sean) porque necesariamente no te tienen que preferir por ser bueno (también el racismo se da) como cuando un profesor ni te quiere ver porque no le caes”, me explica Midori para entender más aún las dificultades por las que podría atravesar no solo Karen sino cualquier sujeto involucrado en esta actividad.

No obstante, pese a entrar a un mundo de diversos perfiles y de una exigencia tan rígida, no era un impedimento para reducir su rendimiento académico. La ex directora del colegio La Unión quedaba sorprendida al observar la misma calidad de alumna que mantenía Karen durante la etapa en que realizaba el papel protagónico de la obra “Cascanueces”. “El hecho de que ella sea perseverante, de que ella pueda organizar su tiempo ha hecho que ella tenga buen rendimiento académico… No sé cómo hacía pero cumplía, cumplía con sus tareas, cumplía con sus exámenes; y no solo cumplía, sino que cumplía bien”, testifica Yolanda Nako con una energía de orgullo por alguien a quien pudo seguir desde muy pequeña.

Ese mismo empeño que se reflejaba en sus estudios y sus ensayos la llevaron a ganar el show de “Rojo: Fama contra Fama”. Patty Lopez, ex compañera de Karen en el Ballet Municipal de Lima, confirma que su dedicación era excepcional. “A la mayoría le enojaba que le corrigieran pero ella era muy trabajadora” dice Patty como también Yolanda quien me contó cómo le agradaba ver a Karen, durante los programas de “Rojo” y “El Gran Show”, esforzarse en cada ensayo que transmitían. Otro elemento en común que muchos pueden resaltar es su madre. Desde que inició sus clases de taikko hasta sus sesiones de Ballet, la mamá de Karen siempre ha estado presente. Una persona que no solo está dispuesta a dar todo por su hija sino a ser servicial ante cualquiera. “Su mami nos ayudaba a las chicas a cambiarnos… linda su mami”, me explica Patty como dato adicional.

Pero entre tanto éxito y reconocimiento, la humildad y el agradecimiento son dos cualidades fuertes que sobresalen de Karen. Tanto Patty como Yolanda pueden apreciar el cariño que tiene Karen por la mujer que le dio la vida. Además de nunca dejarse nublar por la fama que adquirió durante el “Gran Show” y el triunfo en “Rojo”. Karen nunca pierde sus raíces, un ejemplo que rara vez se suele observar.
 


Detrás del escenario: Una conversación con Karen Tokashiki
La ganadora del show “Rojo: Fama contra Fama” contó sus inicios en el mundo de la danza y del arte hasta la posición en que se encuentra actualmente. Además de comentar las dificultades que implican estas disciplinas.




(Fuente: perushimpo.com)




Karen, tengo entendido que empezaste a practicar Ballet a la edad de seis años, ¿fue esa tu primera experiencia con el arte?

Sí, yo empecé con el Ballet cuando tenía cinco años pero fue por solo un verano. Luego empecé con el taikko en el colegio, creo que se puede considerar un tipo de arte. Es llevar danza con música y tener un buen oído.

¿Entraste al mundo del Ballet por voluntad propia?

En realidad no. Cuando yo era chiquita yo tenía pie plano y mi mamá quería corregirlo. Su idea era meterme al Ballet para corregir el arco y al final me terminó gustando; por eso me quedé ahí toda mi vida.

¿Fue difícil para ti dividir tu tiempo entre el Ballet, el taikko y el colegio?

En realidad sí, era muy complicado. Yo no logré tener una vida social. Me perdía de las fiestas o salidas. Terminaba el colegio y me iba a mi ensayo y así era todos los días; como también los sábados y los veranos.  Las vacaciones para mí no existían. Pero me llevaba bien con mi promoción y todo era muy normal.

Patty López me comentó que en las prácticas de Ballet siempre te exigías mucho; si algo no te salía bien lo practicabas unas 50 veces frente al espejo. ¿Se podría decir que ese mismo esfuerzo lo dedicabas a los estudios?

En realidad me costaba bastante porque yo no disponía del mismo tiempo que otros. Y había muchas veces que dormía poco o nada. Me preocupaba mucho por dar mi mayor esfuerzo en el colegio. Sabía que tenía que darle el mismo balance al Ballet y al colegio.

¿En el colegio eras conocida como la “chica del Ballet”?

Sí, me decían también “la que no salía”, “la que no tenía vida social”, “la que se perdía del mapa durante vacaciones”, pero no creo que haya sido algo tan malo; estoy agradecida por haber tenido una carrera en el Ballet. Y mis amigos siempre me felicitaban cuando me veían. Creo que les gusta tener una “amiga bailarina”, saben por qué no podía salir con ellos pero reconocen que es lo que me gusta y lo aprecian.

¿Cómo lograste ingresar a “El Gran Show”?

Acabando en colegio yo me interesé en otras danzas aparte del Ballet. Quería ser una bailarina versátil y para eso me metía a D1, la escuela de Vania Masías, y ahí conocí a bailarines que estuvieron en temporadas pasadas de “El Gran Show”. Cuando comenzaron una temporada, yo acepté porque quería probarme a mí misma que podía bailar otro tipo de cosas.

¿Y en el caso de “Rojo: Fama contra Fama”?

Para “Rojo”, en verdad, yo no pensaba hacer el casting. Hasta que un amigo, Jorge Ávila, que también estaba en el programa, me animó a participar a pesar de que no estaba preparada para nada. Pero había visto el programa original de Chile y me gustó y dije “hay que intentarlo ¿no?”. Improvisé, pero me fue bien y así es cómo entré.

¿Y cómo te sentiste al estar en un programa de televisión donde todos te están observando?

En realidad estaba muy asustada, me ponía muy nerviosa antes de cada baile. El solo hecho de pensar que todo el país te puede ver, que puedes ser visto por bailarines que podrían críticas o personas que no bailan pero que aun así puede no agradarles como bailas, asusta; pero al final me ha ayudado bastante a crecer como persona.

Con el tema de ser reconocida en la calle, ¿te molestaba o incomodaba?

No, no me molesta para nada. Me parece bonito pero tampoco es que quiera salir y mostrarme. Sí me parece una muestra de cariño y admiración, creo que es la recompensa de tanto esfuerzo.

A las personas que he entrevistado han confirmado que tu madre es una gran influencia para ti. ¿Qué podrías decir al respecto?

Mi mamá para mí lo es todo, siempre lo ha sido y siempre lo va a ser. Yo no habría llegado tan lejos de no ser por ella. Ella siempre me ha apoyado y lo sigue haciendo. Me anima a seguir mis sueños. Desde los cinco años, ella ha estado en cada presentación. En realidad que suerte tengo de tener una madre que me apoye tanto.

¿Cuáles son los siguientes proyectos que tienes en mente?

Ahora he regresado al Ballet Municipal de Lima, la compañía donde yo pertenezco. Esta temporada comienza la próxima semana y será hasta el 28 de Julio. Luego pienso viajar para tomar clases afuera. Quiero perfeccionar, quiero aprender de otras personas y de repente venir y enseñar, compartir lo aprendido. Me encantaría tener mi propia escuela pero creo que aún no es el momento.

 

Enfoque

Sebastián Kawashita

Cabida para verdaderos talentos
Existe un gran desenvolvimiento de artistas que carecen de exposición nacional. Si tan solo los medios de comunicación masivos se enfocarán en las cualidades artísticas y no una simple cara bonita se cambiaría la situación

En los últimos tres o cuatro años nos hemos visto invadidos por programas de televisión que incitan a demostrar las cualidades de los participantes ya sea la danza, el canto, el performance o cualquier otro talento que pueda existir en el país. No obstante, la audiencia no siempre está conforme con las presentaciones en vivo. Basta con entrar a las redes sociales para encontrar infinidades de críticas a concursantes de cualquier show.

La cuestión que muchos se preguntan es si en realidad existen talentos en el Perú. Asumo que sí, en cualquier parte del mundo existen personas talentosas; y nuestro país no es una excepción. Entonces, ¿cuál es el reclamo de la audiencia peruana? Deduzco que se debe a un tema de oportunidades.

La finalidad de un programa en este país es el aumento de rating para satisfacer a los anunciantes que apuestan por un formato. La idea de un show de talentos se concibe de una manera determinada, pero en la desesperación por incrementar el número de audiencias lleva a los productores a cambiar el principio del show. Por lo tanto, si un concurso de baile, canto o sea cual sea la disciplina no obtiene la audiencia meta, se emplea el clásico “lo que el público quiere” y la naturaleza del show que es buscar a una nueva estrella se ve opacada por el escándalo y las caras bonitas.

Si se empleara el criterio de evaluación de programas como “Rojo” o si la victoria se debiera a jueces expertos en la materia, entonces sí encontraríamos una cantidad considerable de personas hábiles en las disciplinas que se presentan. Y aquellos comentarios en las redes sociales que juzgan a los participantes disminuirían considerablemente.