sábado, 3 de mayo de 2014

¿Por qué la chica que lee no siempre es la ideal?

¿Por qué la chica que lee no siempre es la ideal?



Hace unos meses leí un artículo muy simpático en el que se argumentaba por qué se debía salir con una chica que lee. Sí, las pruebas eran agradables, graciosas, curiosas pero, personalmente, no me parecían convincentes.

Si mal no recuerdo, el texto explicaba que la chica que lee es interesante y que posee miles de temas por debatir, que está enamorada de la vida porque la expande con mil historias que nacen de mundos distintos conocidos como “vidas personales” y así sucesivamente va llenando los párrafos con ideas interesantes.

Entonces Sebas, ¿tú no quieres estar con una chica interesante que pueda alegrarte la vida con su imaginación infinita? No es que no quiera a alguien agradable a mi costado, es que no creo que el ser lectora sea una característica determinante para decidir con quién quiero estar.

Creo yo que debemos partir por el hecho de qué cosa busca cada uno. Uno quiere estar con una chica porque “está buena”, porque le gusta su personalidad, porque tienen la misma afinidad o, en fin, porque tenemos alguna razón para justificar nuestro agrado hacia alguien.

Asumo (no puedo dar un enunciado afirmativo) que el autor busca  una chica que tenga un hambre por la lectura y que eso conlleva a una suerte de atracción porque él cree que la chica intelectual es la que vale la pena. No voy a discutir sus gustos o preferencias; pero bajo mis vivencias, yo siempre busco algo más en una chica.

Si me permiten emitir una opinión al respecto, estamos malinterpretando lo que uno cree que es lo correcto con lo que es lo correcto para todos. Sinceramente, yo no podría estar con alguien que, no importa cuánto haya leído, tenga un corazón de piedra o sus principios digan poco o nada de ella. Me sentiría increíblemente incómodo (y me ha pasado) estar al costado de alguien que su nivel de “cultura” (refiriéndonos a la cultura como lo propone Mario Vargas Llosa o cualquier autor moderno) esté en relación proporcionalmente inverso a sus principios y valores. Es decir, me desagradaría alguien que tenga tanto conocimiento pero carezca de sentimientos y empatía con el otro. De hecho, y sintetizando lo que planeaba seguir diciendo, me desagrada mucho una chica que no sabe comportarse o actúa de una manera incoherente con la vida. Me desagrada la inmadurez.

Ahora extrapolemos el caso de la lectura con los intereses o hobbies. Lo más probable es que me haya cruzado con chicas quienes comparten los mismos gustos que yo: chicas que pueden seguir mi hilo de conversación si les hablo sobre Call of Duty o que pueden nombrarme más de cinco superhéroes de Marvel o con quien puedo debatir sobre la derrota del Undertaker en Wrestlemania. ¿Es un determinante estas características para definir si quiero salir con ellas en un plan que va más allá de “solo como amigos”? Ya deben imaginarse mi respuesta.

El ser lector debe estar en un conjunto que agrupa características como artístico, deportista, ingenioso, etc. ¿Son estos atributos un sinónimo de “bueno” propiamente dicho? No lo creo, para que entiendan mejor (si es que los estoy enredando), estas particularidades pertenecen a un listado de “elementos físicos”. Ustedes dirán que hay proposiciones en este listado que no son observables; pues no los vean como ideas que deban ser tangibles, sino como características superficiales que no determinan el nivel de bondad o maldad en una persona. Si lo entienden mejor, veamos el caso de Hannibal Lecter: un hombre muy culto e intelectual que devoraba personas. En el campo de la historia, Hitler tenía un gusto y desarrollo por el arte muy definido; y sin embargo, hagan una cuenta de cuántos judíos asesinó en el holocausto. Lo menciono como dato aparte (y muy personal): constantemente soy testigo de personas que odian al otro por la forma como hablan, ríen o hasta respiran. Digo yo, ¿es justificable odiar por estos motivos? ¿Acaso estas particularidades afectan a uno física, psicológica o emocionalmente? Claro que no. Asumo que si piensas odiar a alguien debe ser por un motivo mucho mayor (digamos porque es una persona muy egoísta, egocéntrica, vanidosa, etc).

Es así que idolatrar a una chica por su físico, en mi opinión, es tan ridículo como elogiarla solo porque lee más o posee otras características vinculadas a la intelectualidad. Desde mi punto de vista (y concepción sobre el atractivo de una mujer), si una chica se me acercara y me dijera que le encanta leer a Stephen King, que no puede dejar de jugar GTA, que se asombra como lucha Chuck Taylor y que prefiere ver Amazing Spiderman 2 en el cine un sábado por la noche en vez de salir a parrandear, me atraería mucho la atención. Pero todos esos puntos a favor caerían en contra si me demuestra inmadurez y falta de principios y valores.

Por el contrario, si esta persona jamás ha visto una sola película de Star Wars, si nunca ha tenido la dicha de jugar Metal Gear Solid, si no sabe la diferencia entre Marvel y DC, pero tiene como atractivo su buena actitud y una personalidad única, se ganó mi total atención.

Antes de terminar, quiero recalcar que no considero la lectura (y otras manifestaciones culturales) como nimiedades. Al contrario, creo firmemente que es importante nutrir el cerebro con algo de cultura (según los conceptos modernistas). Pero insisto, no es determinante para asumir si una persona es buena o mala; solo una característica más del individuo.


"Just cause some cute girl has the same bizarro crap you do, that doesn't make her your soulmate"